Dada la coincidencia de fechas del Congreso de UPyD con el aniversario del fallecimiento de Francisco Franco Bahamonde y José Antonio Primo de Rivera (20-N), y las numerosas bajas de demócratas en el partido en los últimos meses, se informa a los afiliados y simpatizantes del partido magenta (también conocidos como falange magenta), para evitar posibles confusiones, que definitivamente el lugar de celebración del Congreso Fundacional de UPyD (tras dos años de carencia democrática), no será El Valle de los Caídos, como algún malintencionado había difundido.
Estos días, en distintos foros críticos con la dirección-gestión que UPyD ha tomado en los últimos meses, se debate sobre la necesidad de una enmienda a la totalidad, que transforme por completo el partido magenta. Algunos ilusos piensan que será posible presentarla, otros más ilusos, que podrán ganarla y aún otros, que ya bordean la piedad ajena por su ilusión, consideran que Rosa Díez y Gorriarán, se convertirán en demócratas fulminados por el rayo de la razón cegadora y la centella de la democracia sublime.
En fin, es agosto, y la gente se puede entretener y divertir como quiera.
Si me lo permitís, yo os brindo el himno para el congreso de UPyD de noviembre.
Al PSOE, no le molesta demasiado que la divina progresista le arrebate algunos votos, fundamentalmente en Madrid, si al mismo tiempo resta suficientes a su rival, el PP, para poder despejarle el camino hacia la Comunidad y la Alcaldía madrileñas. Si Rosa Díez es fiel a su compromiso cuando abandonó el PSOE, se confirmará que se fue de su antiguo partido para defender mejor el programa del PSOE.
El PSOE hace tiempo que no le arrebata votos en unas elecciones generales al PP, aproximadamente desde el 11-M. Su deriva nacionalista en Cataluña y Constitucionalista en el País Vasco, es una prueba de lo que puede abrir el abanico ideológico para triunfar en las elecciones. La mancha de una mora, con otra mora se quita.
Rosa Díez y su partido, representan la herencia del PSOE histórico de Felipe González, el GAL y FILESA. Ni una crítica se le ha escuchado a lo largo de la historia a Rosa Díez sobre lo ocurrido en los años que no importaba el color de los gatos mientras cazaran ratones, tampoco sobre la deriva del PNV mientras fue Consejera de Turismo, Rosa Díez sabe callar lo que no le conviene recordar y ocultar con buenas palabras, como los mentalistas, lo que no quiere que le recuerden.
A estas alturas, está suficientemente claro que Rosa Díez no ha experimentado ninguna conversión ideológica que exceda el marco del socialismo. Está claro que sus palabras y discursos, lo único que pretenden es convencer a la gente de que su socialismo disfrazado es mejor que el ofrecido por Rodríguez Zapatero, cuando en realidad la connivencia con el nacionalismo comenzó con Rosa Díez y la alianza del PSE con el PNV.
Rosa Díez es una federalista convencida –Estado federal cooperativo es su oferta-, que no ha dicho prácticamente nada sobre lo que ocurre en Cataluña con el tripartit en el que participa el PSOE, y que ha impedido el desarrollo de su partido en esta comunidad, lugar en el que UPyD ha obtenido los peores resultados electorales en todas las convocatorias. Tampoco ha hecho mucho porque su partido se desarrolle en Galicia y el País Vasco, más bien se ha encargado de deshacer en estas comunidades cualquier posibilidad de presencia organizada de la UPyD, obteniendo unos resultados electorales muy escasos. Pero cualquier ciudadano medianamente informado, dirá que Rosa Díez es una detractora de los nacionalismos. ¿Seguro que es así?. ¿Hay alguna forma de confirmarlo?.
La política que ha seguido Rosa Díez es una extensión de la política del PSOE, algo en la que la opinión pública no ha caído en cuenta, porque si Rosa Díez representa una alternativa al PP y al PSOE, no lo hace de forma ecuánime, al contrario. Savater dice que la idea de España se la sopla, Rosa Díez defiende un manifiesto por la lengua común, en el marco de un Estado federal. Está claro que Rosa Díez ya tiene asumido en su programa que las diferencia fundamentadas en los nacionalismos son inamovibles, las da por buenas, porque no ha movido un dedo desde su partido por afrontarlas.
Rosa Díez defiende un Estado fuerte ante un Estado opresor y amorfo como el que estamos viviendo con Rodríguez Zapatero. Rosa Díez no defiende la Constitución, puesto que su máximo deseo es cambiarla. Cuando habla de España, no lo hace desde el reconocimiento de su unidad territorial, sino de la unidad de derechos de los españoles, algo que resulta imposible sin una unidad territorial, por la sencilla razón de que los españoles ya no son una unidad jurídica, una vez que el Estatut catalán se está aplicando desde hace dos años y el Tribunal Constitucional sigue sin manifestarse al respecto.
Hay muchas grietas en la conversión de Rosa Díez a una alternativa política a lo existente, más bien la UPyD es una formación recolectora de conciencias descarriadas y votos que se irían a la abstención.
Pero el partido de Rosa Díez no aspira a lo que nos dice, cambiando la realidad política de este país; más bien lo que quiere es que la realidad política de este país vaya peor, porque cuantos más descontentos haya con el PSOE y el PP, mejores resultados obtendrá la UPyD.
Rosa Díez ha tenido la oportunidad de ofrecer un partido diferente y ha reproducido de forma exagerada los vicios autoritarios y demagógicos de los demás partidos, excluyendo la democracia de su formación política. Su estrategia es evidente, se vio en el País Vasco cuando obtuvo un escaño, hacerse necesario para poder tocar poder.
En cuanto al partido, no caben desentendimientos, los que se queden en él tienen tanta afinidad por la democracia como los bantúes, porque ningún demócrata se puede quedar de brazos cruzados mientras sus compañeros son expulsados por expresarse libremente. El próximo congreso de noviembre será la confirmación de que UPyD lo único que está haciendo es entretener a los españoles descontentos con el PSOE y el PP, para que se atrevan a pensar que con Rosa Díez las cosas serían diferentes, y no les falta razón, porque serían aún mucho peores, algo así como en Venezuela.
Auguro que el fin de la UPyD ocurrirá en el año 2011, cuando se celebren las elecciones municipales, en las que sin un partido bien organizado se obtendrán unos malos resultados. Algo que también ocurrirá en las elecciones de Cataluña en 2010, a las que posiblemente la UPyD no se presentará, con cualquier disculpa, y si lo hace recogerá un soberano fracaso.
La extinción de UPyD ya ha comenzado, la han iniciado los propios dirigentes de UPyD con Rosa Díez a la cabeza y este proceso es irreversible. .
Nuestra existencia está determinada por las circunstancias, en mayor grado que por la política. Las condiciones económicas y culturales de nuestro ámbito de desarrollo, las oportunidades de aprendizaje, el origen particular de cada uno, las relaciones humanas establecidas y los escenarios sociales visitados, es decir, la experiencia que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida, contribuye a configurar nuestro destino mucho más que la política. Somos lo que hacemos, y hacemos lo que somos.
Sin embargo, los políticos nos invitan a creer que su intervención sobre nuestras vidas, tanto en las cuestiones comunes, como en las privadas, ejerce una influencia poderosa sobre nuestra existencia, vienen a decirnos que nuestra vida sin ellos sería catastrófica, cuando más bien ocurre lo contrario, a pesar de los políticos –estos políticos- vamos avanzando como podemos, a lo largo de nuestras vidas, y de la historia.
El rol de los políticos ha desplazado a los intermediarios religiosos, porque han ocupado el nicho cultural que conecta a los simples mortales –ciudadanos- con el más allá en forma de poderes del Estado y sus instituciones, a falta de cielos y nirvanas. Los nuevos chamanes, se imbuyen a sí mismos de inherentes poderes de los que carecen, para convencer a sus fieles seguidores de que sin su intervención entre los recursos que producimos y concedemos al Estado, y la redistribución de los mismos que ellos deciden, nuestras vidas serían un desastre, cuando en realidad posiblemente lo serían las suyas y las nuestras mejorarían ostensiblemente.
La usurpación del poder por los nuevos brujos y magos, es la última falacia a derribar en las sociedades avanzadas. Es falso que el poder emane de las características peculiares de ningún ser humano, al menos en el siglo XXI, más bien lo hace de la confianza conferida por sus seguidores, habitualmente engañados y estafados.
Al contrario, las negligencias e ineptitudes demostradas por los políticos, el clima de corrupción en el que sobreviven y que contagian a la sociedad que les acoge, los engaños urdidos para estafar a la opinión pública, y el enorme desprecio por los ciudadanos asustados con un infierno inexistente sin su presencia, que acaban sublimándoles, son las razones fundamentales de que los ciudadanos suframos y soportemos un deterioro permanente en nuestras vidas
Las acciones de los políticos, en particular las que afectan a los ciudadanos de la joven democracia española, se fundamentan en la “mitocracia”, el gobierno fundamentado en las creencias, antes que en la “logocracia”, el gobierno fundamentado en la razón. La política española pertenece al ámbito de las creencias antes que al de la racionalidad, porque no puede haber racionalidad que imponga la irracionalidad, la coacción, el despropósito, la ineficacia y la violencia, con el consentimiento de los aturdidos ciudadanos convertidos en siervos de unos patanes solemnes.
El único problema a resolver por los ciudadanos españoles en cuanto a la política, es el de promover la evolución de los partidos políticos desde una mitología fundamentada en plegarias y discursos huecos, a la racionalidad constatada de los hechos y la responsabilidad.
Los grandes partidos políticos españoles aguardan cómodos su extinción próxima, porque serán incapaces de adaptarse a los nuevos tiempos en que los ciudadanos asumirán la responsabilidad de la política. Los pequeños partidos, como Ciutadans y UPyD, sólo aspiran a sustituir a los grandes, a arrancarles algo de su poder al descuido, no a cambiar la relación política entre ciudadanos y políticos; son los nuevos dinosaurios que quieren sustituir a los grandes reptiles y no los mamíferos necesarios para cambiar realmente las cosas en la política en relación a los tiempos que vivimos.
Por eso resulta absurdo contemplar a ciudadanos sin complejos, negacionistas acomplejados, posibilistas de la racionalidad inexistente, devanarse los sesos para salvar al partido de Rosa Díez, y establecer un acuerdo imposible entre la usurpación dogmática de los detentadores organizados de forma sectaria y la necesaria acción pública fundamentada en los principios de la democracia, la libertad y la justicia.
Una propuesta de esta berenjena muy sencilla: dejad de engañaos con la pantomima bizantina de si las creencias pueden evolucionar hacia la racionalidad, porque lo que está absolutamente claro es que la racionalidad no puede existir en un ámbito fundamentado exclusivamente en las creencias que soportan la “mitocracia” de UPyD. ¿Qué más pruebas son necesarias a fecha actual?.
Los talibanes no negocian sobre su fe, se soportan en ella precisamente para ejecutar a los infieles e incrédulos, cumpliendo eficientemente la tarea para la que han sido designados por la divina progresista (o la divina providencia, igual da).
En un mundo exclusivamente racional en el ámbito de la política, que es lo que creo que todos anhelamos, no hay ninguna justificación para la conversión de los talibanes en paladines de la racionalidad; sólo cabe su extinción, para procurar un futuro sin talibanes, no hay negociación posible, y cualquier intento de establecerla, será aprovechada por los talibanes para consolidar su imperio y su ley contra los demócratas.
Esta berenjena ha hablado y espera que los demócratas seguidores de UPyD se pongan de una vez a la altura de lo que les exige la realidad y se dejen de servir a los intereses de los usurpadores.
Si Rosa Díez y su corte son los que impiden la democracia en UPyD, lo que sobra es Rosa Díez y su corte, no la democracia
Cuanto peor van las cosas en el partido de Rosa Díez, cuantos más militantes abandonan la formación magenta, porque consideran que la política es algo más que hacerle la pelota a los dirigentes, aunque siempre habrá algunos que harán lo contrario; cuantos más testimonios de ausencia absoluta de democracia, libertad, igualdad, tolerancia, respeto a la pluralidad, a la dignidad de sus seguidores o a la justicia se van produciendo, más se disfraza Rosa Díez de luchadora por la libertad y los derechos civiles de los ciudadanos. El problema es que las palabras de Rosa Díez divergen absolutamente de los hechos de Rosa Díez, lo que no es extraño en un personaje que lleva viviendo más de 30 años de la política.
La zarpa de hierro en el guante de seda, el engaño permanente en sus auténticas intenciones, que nada tienen que ver con la democracia, ni con el interés general. Rosa Díez está convencida de que solo con su discurso será capaz de engañar a los españoles como ha hecho hasta ahora, y que acabarán votando a su formación política, porque será la menos mala de las que se presenten.
Rosa Díez tuvo una oportunidad de convertirse en la líder demócrata que este país necesita pero la cosa se malogró, cuando prefirió convertir su partido en un club social, antes que en una gran formación política. Lo que se ha hecho en UPyD con sus militantes, que muchos han denunciado públicamente, es un ejemplo del soberano desprecio que unos aprovechados que se han instalado en la política sobre el trabajo de los demás, tienen por los ciudadanos de este país.
Que no se engañe nadie, lo que menos necesita este país es políticos que se disfracen de corderos y con sus balidos ensayados nos convenzan de que no solo son inofensivos, sino que además están tremendamente preocupados por la situación que estamos viviendo en España. No se crean nada, pero absolutamente nada de lo que diga Rosa Díez, porque ha demostrado que sus buenas palabras no coinciden para nada con sus malos hechos.
Rosa Díez ha preferido cargarse su partido antes de que fuera un partido democrático, en el que sus militantes pudieran expresarse libremente, y disfrutaran de igualdad de oportunidades, con eso está dicho todo. Pero si ha cerrado los comentarios en su blog, con la disculpa de que estamos en verano, porque las críticas no cesaban, y sin embargo sigue colgando artículos cada día diciendo que nos va a salvar del PP, del PSOE, de los nacionalistas, del terrorismo islámico, de las plagas bíbilicas y de la guerra, si es preciso.
No, Rosa Díez, tu condena será que cada día engañarás a menos ciudadanos con tu discurso, porque tu partido no es alternativa a los demás, es más de lo mismo; al contrario es otro más de los partidos que nos están amargando la existencia, con el agravante de que tu discurso se fundamenta precisamente en lo contrario, diciendo que va a resolver nuestros problemas, está construido con intención de engañar precisamente ofreciendo soluciones a nuestros problemas, por eso aún está más próximo a la estafa política tu discurso, que el de todos los demás.
La UPyD no representa ninguna solución, forma parte del mismo problema que el PP, el PSOE, y los nacionalistas. Cuanto antes desaparezca, un problema político menos para los españoles.
Rosa Díez, no pierde oportunidad para conmovernos, el último artículo que ha publicado en El Mundo titulado “Nuestros Hijos” es una entrega más de un panegírico inacabado. Una sencilla reflexión sobre sus palabras nos conduce de nuevo al vacío, como una condena de Zapatero y Rajoy.
Es hora de que los ciudadanos exijamos responsabilidades a nuestros políticos, porque si tras cuarenta años de la existencia de ETA, lo único que son capaces de ofrecernos es una foto enlutada, con cara seria y alguna lágrima oportuna, mal vamos. Esa es la respuesta pública de los políticos españoles al terrorismo etarra.
En cada ocasión que ETA comete un atentado, no solo asistimos a una escena más de la vesania criminal de unos trasnochados, sino al fracaso durante décadas de las políticas de todos los partidos para detener la insania terrorista.
En el origen de cada muerte provocada por ETA hay responsables políticos; han sido tantas, que ya no cabe ofrecer disculpas, o reconocimiento de errores puntuales. En el origen de los asesinatos de ETA está el fracaso del Estado, de la Constitución, de la Política y de la Sociedad, y de los representantes públicos de los españoles.
En el origen de cada crimen de ETA está el fracaso político de nuestros representantes públicos, tú también Rosa Díez, no se puede entonar el mea culpa mencionando exclusivamente a las vícitmas para concitar la atención de los españoles. Es necesario dar un paso más, porque si tras treinta años que Rosa Díez lleva dedicándose a la política en el ámbito vasco, español y europeo, lo único que es capaz de expresar es su lamento, mal vamos.
A cualquier ciudadano que no hubiera sido capaz de resolver un problema en su trabajo durante treinta largos años, hace tiempo que ya tendría que dedicarse a otra cosa. La autocrítica sin asunción de responsabilidades es puro “plañiderismo inútil”.
Nuestros hijos son los guardias civiles y sus asesinos, Rosa Díez, porque con cada error cometido, con cada responsabilidad no asumida, con cada impuesta intolerancia, con cada mirada desviada, con cadaconcesión puntual, con cada genuflexión política de los representantes públicos de los españoles, se ha contribuido a que la vesania continúe.
Es sencillo de comprender, no hay accidente que valga, cuando se produce una catástrofe natural, no solo son responsables la furia de los elementos por nuestros pecados, sino la nimiedad, la estulticia, y la incapacidad demostrada por no habernos sabido preparar para evitar las consecuencias de su ocurrencia. De nada vale lavarse las manos condenando la locura de unos terroristas y defendiendo a nuestros escudos, las fuerzas de seguridad del Estado. Los únicos ministros españoles que han pasado por la cárcel han sido los antiguos compañeros de Rosa Díez, el motivo, la organización del GAL, ahora el planteamiento es diferente y pasa por las soluciones negociadas del Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Realmente lo que está claro es que las soluciones ofrecidas por el PSOE, a pesar de haber recorrido la distancia que va desde la opresión extrema a la tolerancia extrema con los terroristas, no han servido para resolver el problema de ETA. Si ETA ha sobrevivido es porque el PSOE, que ha podido solucionar el problema, nunca ha tenido coherencia política suficiente para brindar una solución.
Cada muerte de ETA tiene una cuota de responsabilidad añadida en la política socialista contra el terrorismo, de la que el PSOE nunca ha rendido cuentas a los españoles; las palabras de Rosa Díez siempre eluden esta circunstancia, mientras esto no nos quede claro, los etarras seguirán haciendo de las suyas contra nuestros hijos y nuestros nietos.